viernes, 3 de julio de 2009

CRISIS IMPERIAL Y TRAMPA PROGRESISTA

¿Son los tupamaros peruanos un anticipo del futuro?


"No, pero usted tiene historia...", le replicó Bush.

No, yo no tengo historia. Yo tengo historieta...”

JOSE “PEPE” MUJICA

Ex Ministro de Ganaderia y candidato

Montevideo, Marzo 2007



Obama: "La Argentina es una fuerza estabilizadora en América Latina"
Vergonzante título de Infobae 22/5/2009


Volveré y sere millones...”

Túpac Catari, 1781



En medio de su crisis estructural, el capitalismo imperial se viste de negro, pero está muy claro que Obama no es Ansina ni mucho menos un Pantera Negra. Obama intenta mostrarse como la “cara buena” del imperialismo decadente, intenta hacernos creer que es lo nuevo de lo viejo. La multiculturalidad tiene límites políticos cuando no se define como subalternidad antagonista.

El imperio se cae, en medio de la vorágine tecnológica y del ecocidio global. Se parece a otras crisis, pero es -por suerte- una crisis “civilizatoria” profunda y terminal. Lo verdaderamente nuevo nacerá si lo hacemos nacer entre todos.

El momento histórico nos invita a releer y rediscutir -en el contexto actual-, en medio de nuestras trincheras comunes de lucha, los clásicos y actuales debates sobre imperio e imperialismo: desde Lenin, Rosa Luxemburg y el Che, pasando por Theotonio Dos Santos, Ruy Mauro Marini, André Gunder Franck y tantos otros, hasta el debate Negri-Borón y las posiciones de Werner Bonefeld, Robert Kurz y el notable Renán Vega Cantor.

Las últimas imágenes del naufragio imperialista nos muestran a Obama firmando el cierre de Guantánamo y recibiendo de manos de Chávez el clásico libro de Galeano “Las venas abiertas”. Además, EEUU no pudo contra la atropellada del ALBA que le emparejó la última Cumbre de las Américas, y además aceptó abrir la puerta de la OEA a una Cuba que, cumpliendo 50 años de revolución, no solamente nos muestra su triunfo político sino que además no deja de darnos un ejemplo de firmeza y dignidad.

El imperialismo está perdiendo la batalla de las ideas, pero no se resigna. Está dando un paso atrás para calcular bien la nueva estrategia.

Se alcanzan a ver distintas trincheras y posiciones en Nuestra América actual: por un lado, lo que queda del imperialismo y sus aliados de la derecha dura: Uribe en Colombia y Alan García en Perú.

En las trincheras de enfrente, los países del ALBA y los movimientos populares sudamericanos que se aprestan a avanzar en la lucha de calles, tal el caso de los pueblos originarios del Perú. Un sinnúmero de debates atraviesan estas trincheras combatientes pero no podemos negar su fuerza antagonista actual.

En medio, tibios, pusilánimes y cómplices de todos los colores, tal el caso de los “progresistas” argentinos y uruguayos, con sus (sinceras) historietas políticas.

Para intentar sobrevir miserablemente, el capitalismo se ha vuelto progresista. Tabaré y los Kirchner anticiparon a Obama. La trampa progresista se inició en el Sur. El Sur Global es el futuro del mundo, cualquiera sea la mano que agarremos para caminar.

El capítulo actual de la impresentable historieta de los progresistas argentinos termina con Cristina yendo a la Cumbre del G-20 en Londres el 2 de Abril (fecha que recuerda a la Guerra de Malvinas, nada más ni nada menos) y con el gobierno kirchnerista sacando, hace pocos días, 70 millones de dólares de la caja de la ANSES (Administración Nacional de Seguridad Social) para “prestárselos” a la General Motors, la multinacional fundida por los burgueses mafiosos y estatizada (!) por el progresista Barack Obama.

Es decir, que los progresistas argentinos subsidiaron directamente al imperialismo decadente con 70 palos verdes esquilmados a los pueblos de las provincias.

El imperialismo ahora es medio tobiano: será neoliberal donde pueda, será keynesiano cuando deba, será un mix cuando no le quede otra y aceptará el socialismo mientras éste no avance en la superación total de la mercancía, el salariado y la liberación del tiempo de la vida.

Y, ¿Será el G-20 un intento, un esbozo de ejecutivo imperial global?...

El imperio ya no tiene cartas marcadas, pero juega con varias cartas: lo que le importa es salvar la partida de la reproducción del capital.

Pero el capital se encuentra en Nuestra América con la resistencia y las sabidurías de la Madre Tierra, y mucho más en este momento de avidez capitalista por nuestros recursos naturales. Los tupamaros peruanos tal vez estén anticipando el futuro de las luchas en Sudamérica.

Mariátegui también siempre vuelve.

El neoliberalismo residual -en cualquiera de sus caretas- es el más peligroso: es el que sostiene el saqueo de nuestra tierra. Los lobos olfatean Amazonia, petróleo, gas, acuífero, ríos para desagües cloacales, monoproducción agrotóxica y biocombustibles.

Entre los que entienden la Tierra como mercancía y los que entendemos la Tierra como nuestra Madre hay un abismo de combates por venir.

Los descuartizamientos han sido inútiles: las venas abiertas están vivas y acumulando fuerzas. Va a tener razón Borges cuando dijo en el “Evaristo Carriego” que aquí “somos del mismo tiempo que el tiempo, somos hermanos de él”.

Vuelven Tupac Amarú, Mariátegui, Artigas y el Che, porque está visto que en Nuestra América todos los que dan la vida peleando renacen en cada compañero.



Mauricio Castaldo

mauriciocastaldo@gmail.com

Publicado en La Posta, Nro.2

Montevideo, Junio de 2009

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