viernes, 3 de julio de 2009

ARTIGAS NECESITA VOLVER ENTERO

Que el Bicentenario nos encuentre a todos saliendo de la larga Redota


...Sería muy del caso atraerse a dos sujetos por cualquier interés y promesas, así por sus conocimientos, que nos consta son muy extensos en la campaña, como por sus talentos, opinión, concepto y respeto, como son los del capitán de dragones don José Rondeau y los del capitán de blandengues don José Artigas; quienes, puesta la campaña en este tono, y concediéndoseles facultades amplias, concesiones, gracias y prerrogativas, harán en poco tiempo progresos tan rápidos, que antes de seis meses podría tratarse de formalizar el sitio de la plaza...”

Mariano Moreno, Plan Operaciones, 30/8/1810


...San José, San Lorenzo, Suipacha,
ambas Piedras, Salta y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó,
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló...”

MARCHA PATRIÓTICA 1813

Himno Nacional Argentino Original


"Art. 2 - No admitirá otro sistema que el de Confederación para el

pacto recíproco con las provincias que formen nuestro Estado."

Instrucciones del XIII

Congreso Artiguista de Tres Cruces, Abril 1813


...Es que Artigas persigue

unión y libertad y democracia,

él encarna el espíritu de Mayo,

su fé no se quebranta...”

DELIO PANIZZA

Artigas


La realidad lo anda llamando a gritos a Don José Artigas. Lo llama desesperada en ambas Bandas del Uruguay, y lo llama en los campos de Nuestra América.

Lo llama para que venga entero y en serio, para que las Instrucciones del XIII los Reglamentos de Tierras y de Comercio se concreten, se hagan realidad -la realidad quiere ser entera- de una vez por todas. Lo llama porque son urgentes nuevos Congresos de Tres Cruces y de Oriente.

La realidad quiere que Artigas vuelva, porque Artigas tenía razón.

Pero Artigas va a volver cuando no se vea encerrado entre supuestas fronteras, cuando cada lugar, cada pelea colectiva que demos en el territorio de la Liga Federal y en Nuestra América sea visto y comprendido como una trinchera común, como postas de lucha fraterna liberadora.

Los nacionalismos baratos de chacra y de estancia, a luces vista fracasados y apéndices eternos del paleo y del neocolonialismo, son la negación del proyecto artiguista revolucionario, por eso les va como les va.

Artigas va a volver con todo cuando seamos todos tupamaros, como lo fuimos en Las Piedras, en Tres Cruces, en la Redota o en el Congreso de la Liga de los Pueblos Libres, entre tantas otras ocasiones.

Artigas va a volver, y por fin seremos libres, cuando salgamos del pantano político, ideológico e historiográfico de Tacuarembó y de Las Tunas.

Artigas es el Padre del Federalismo Sudamericano, mal que les pese a algunos porteños mal habidos, a algunos entrerrianos mediocres y pusilánimes que siguen conmemorando la traición del Tratado del Pilar, y a algunos uruguayos salpicados todavía por las manchas de Fructuoso Rivera. Y su proyecto federal nos interpela hoy frente a un Uruguay, una Argentina y una Sudamérica que están lejos de la independencia, de la confederación de los pueblos y de la justicia social.

Desafío grande para los entrerrianos luchar sin tregua por el federalismo popular más acá y más allá del Río Uruguay. Desafío para todos forjar, desde abajo y de cara al Bicentenario, una Alternativa Bolivarina y Artiguista, socialista y confederada, para los pueblos de Nuestra América.

La tricolor sigue sangrando, y los poderes instituídos congelan esa sangre en los museos. La Bandera Federal de Artigas nos convoca a ensillar y a marchar más que nunca bien montados en la memoria histórica, en las ideas y en la acción común.

La creación heroica y revolucionaria del socialismo en el Litoral, en ambas Bandas, será artiguista o no será. La Unión de Naciones del Sur tendrá que ser también artiguista, transversal, transfronteriza y confederada, o no será, o no habrá una Segunda Independencia.

Hay que avivar las brasas de nuestros fogones tupamaros.

La lucha revolucionaria por la libertad de los pueblos que la diagonal roja de nuestra tricolor gloriosa simboliza se forjó en los fogones tupamaros, en esos legendarios y eternos fogones y mateadas donde blancos y mestizos, gauchos, indios, negros, hombres, mujeres y gurises, integraban sus culturas, su solidaridad criolla subalterna rebelde y su dignidad que se potenció con el desarrollo del ejército federal y popular artiguista.

Ese fogón tupamaro, esa ética tupamara artiguista, es una potencia que late en cada uno de nosotros. Ese fogón tupamaro hoy está oprimido por el colonialismo en sus distintas vertientes y expresiones, que también nos infecta y contamina nuestras cabezas y los corazones de todos.

Refresquemos el alma, y pongámonos de pié rápido, porque Artigas siempre vuelve.


Prof. Mauricio Castaldo

María Grande, Entre Ríos, 17/5/2009

mauriciocastaldo@gmail.com

Publicado en La Posta, Nro.1

Montevideo, Mayo 2009


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