Nunca como ahora, la democracia formal electoral se ha transformado en un espectáculo tan miserable como lamentable. No se puede llamar “elección” a la encerrona que generan las distintas opciones de “gobernabilidad” y de “gestión” de la crisis del capitalismo.
Ningún cambio profundo se va a lograr agachando la cabeza y entregando la dignidad, y sólo yendo a votar, y mucho menos sólo yendo a votar matices de lo mismo. Sólo la autoorganización popular plural, el fortalecimiento de la consciencia política y la lucha sin treguas logrará las transformaciones necesarias, tal como lo vienen demostrando, en Nuestra América, los obreros de la ex Sidor en Venezuela y los movimientos campesinos, indígenas y populares en Bolivia y en el Perú.
Sólo la unidad y la lucha evitarán que las elecciones sean una nueva trampa para el pueblo. Sólo la coordinación popular y el combate por un federalismo auténtico nos abrirán nuevos caminos y nuevas oportunidades en la lucha por la emancipación social.
Sólo la autoconsciencia del pueblo trabajador en lucha y la acción directa generalizada evitarán que la crisis capitalista la paguen los de abajo, y sólo la profundización de la unidad y de la lucha del campo popular, a nivel provincial, nacional y sudamericano, nos acercará a un Bicentenario sin hambre y sin miseria, y a una posibilidad cierta de generar, entre todos los que luchan, una Alternativa Bolivariana y Artiguista revolucionaria para la liberación de los pueblos de Nuestra América.
Sólo la reapropiación de lo que es nuestro -en todos los sentidos- nos liberará del viejo y del nuevo colonialismo.
El pueblo entrerriano tiene un programa de cambio y transformación -que suscribieron distintos sectores populares este 1ro. de Mayo de 2009- y que no entra en las urnas de “ésta” democracia. Esta propuesta se potencia junto a otras: devolución nacional de la coparticipación federal de impuestos, entrerrianización y federalización de la tierra, la riqueza, el trabajo, la educación y la cultura, con una reforma agraria popular y solidaria, agricultura con agricultores y una economía social y sustentable multiproductiva, que apunte, urgentemente, a la soberanía alimentaria de nuestro pueblo. Asignación universal por hijo, aumento para los planes sociales, aumento y blanqueo para los salarios de todos y para las jubilaciones, y seguro de empleo y formación actualizado, como parte de una política de desarrollo de una renta básica social y un ingreso digno garantizado para todos. Universalización, pago en tiempo y aumento en las becas de estudios, en todos los niveles. Reparto del trabajo y del tiempo con aumento salarial, para que trabajemos todos pero menos y no para que vivamos para trabajar y sólo sobrevivamos, mientras algunos viven a costillas del pueblo. Repudio de la deuda externa, siguiendo el ejemplo de los hermanos de Ecuador. Reforma tributaria y rebaja del IVA a la canasta familiar básica y los medicamentos. Justicia independiente y libertad para los que luchan.
Nadie puede festejar conscientemente este domingo: las “instituciones democráticas” están corrompidas y agonizan. Los políticos oligarcas enriquecidos con la política deshonran nuestra tierra y nuestra historia, y trampean y condenan al pueblo pobre a la miseria, a la explotación, a la precariedad de la vida, a comer basura y a vivir de y en ella, y a la subsistencia como se pueda. Sólo burócratas, lacayos, parásitos e inútiles podrán estar contentos después del domingo.
Por todo ésto, y más que nunca reafirmamos fuertemente:
QUE LAS URNAS NO DIVIDAN LO QUE LAS CALLES Y LA LUCHA VIENEN UNIENDO, Y QUE SÓLO EL PUEBLO, LUCHANDO, SALVARÁ AL PUEBLO.
Junio de 2009
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